2 de enero de 2013

Entrevista a Miguel Ángel y Michelle Llona


Entrevista a Miguel Ángel Llona y Michelle Llona, arquitectos.

Publicada en La Chimenea N° 04 (Diciembre 2011-Febrero 2012)
Por Israel Romero Alamo
Lima, Perú.

Miguel Ángel Llona - Michelle Llona

I: Ambos son arquitectos con un trabajo importante que han desarrollado y siguen desarrollando en épocas totalmente diferentes.

M.A: Cuando terminó su quinto año del colegio ella me dijo: Papá voy a estudiar arquitectura, yo le dije: ¡qué buena noticia! pero espero que vayas a la UNI. Ni hablar me contestó, a la Ricardo Palma.

I: ¿Y eso?

M: No es cierto, ¡no le pareció tan buena noticia! Primero me dijo estudia otra cosa, que no estudiara arquitectura y que si estudiaba arquitectura, pues lo hiciera en la UNI.

M.A: El primer trabajo de Taller que le dieron a Michelle fue hacer la maqueta de la Villa Rotonda de Paladio, un excelente trabajo, todavía lo conservo.

I: ¿Por qué arquitectura?

M: Siempre me gustó arquitectura, no me veía haciendo otra cosa.

M.A: Nosotros hemos sido bastante liberales, nunca hemos estado encima de ellos a pesar de que su madre y yo somos arquitectos, pero no creo que eso haya influido.
Yo estudié para arquitecto en el Departamento de Arquitectura de la Escuela de Ingenieros de esa época (1946-1950). Mi título es de Ingeniero en la especialidad de Arquitectura, luego se convirtió en Facultad de Arquitectura. El primer año era común para todas las especialidades, estábamos en los mismos cursos con los que estudiaban ingeniería. Recién a partir del segundo año empezaba la especialidad en el Departamento de Arquitectura, tuve profesores importantes como Paul Linder, arquitecto alemán de la Bauhaus, Ricardo Malachowski, quien hizo el Palacio de Gobierno, después otro importante fue Rafael Marquina quien hizo la Estación de los Desamparados.

I: ¿Qué sucedió en ese entonces?

M.A: Se inicia el movimiento de la Agrupación Espacio cuando cursábamos el segundo año de la especialidad de arquitectura, que encabezaron, entre otros, jóvenes arquitectos: Luis Miro Quesada, Adolfo Córdova, Carlos Williams y gente de esa generación además de escritores, pintores, escultores… Ahí  empieza el cambio.
En nuestra promoción, en el año 47, se inicia un nuevo programa académico. Algunos profesores tradicionales protestaron y otros renunciaron.
Belaunde también promovía el movimiento, luego fue Decano. Belaunde enseñaba un curso que se llamaba Problema Nacional de la Vivienda, ya él tenía en la cabeza el problema de la vivienda y nos daba como temas, conjuntos habitacionales.
Los cursos eran anuales, no semestrales como ahora.

I: Y Michelle, ¿cómo fue lo tuyo?

M: Yo entre en el año 98, medio siglo después. Bueno en la Ricardo Palma, universidad donde estudié, funciona con talleres verticales con arquitectos jefes que dirigen un taller desde tercer hasta decimo ciclo. Cada taller son pequeñas escuelas o formas de pensar la arquitectura. Como jefes de estos 15 talleres parelelos, estaban por ejemplo: Juvenal Baracco, Miguel Rodrigo Mazuré, René Poggione, José Canales, Oswaldo Velázquez etc. Uno como estudiante podía ir cambiando de taller cada ciclo o quedarse en el mismo. Yo probé los tres talleres que más me interesaban y finalmente terminé haciendo más de la mitad de carrera en el taller del arquitecto Poggione.

I. Ahora enseñas arquitectura…

M: Cuando terminé la carrera, René (Poggione) me llama para dar clases en taller. Estuve 3 años ahí, en los que seguí aprendiendo arquitectura de él. Yo era docente pero seguía en formación; bueno en realidad eso es lo mejor de la docencia y por eso sigo ahí, es un intercambio constante. Ahora estoy dictando taller en la Universidad de Lima.

I: Es una facultad relativamente nueva…

M: La Facultad de Arquitectura de la Universidad de Lima también tiene el sistema de talleres verticales. Me interesa este modo de enseñar la arquitectura porque podemos armar, en equipo, una línea pedagógica coherente de la carrera, desde el inicio hasta la tesis.

I: Usted con tantos años de docente, ¿cómo ve la enseñanza actual?

M.A: Son otros tiempos, primero en la UNI, cuando la agrupación Espacio entró, se cambiaron muchas cosas, hubo un cambio total. Así fue evolucionando. Hasta que yo terminé habían dos corrientes: la corriente de los orgánicos y la de los funcionalistas, en la primera los adeptos de Frank Lloyd Wright y en la otra los de Le Corbusier. Los reconocías perfectamente y se juntaban por grupo, fue un movimiento muy fuerte y los cursos cambiaron, entonces fue que se armó la facultad, toda la juventud de aquella época, Agurto, Córdova, Williams, entre otros, tiraron para adelante la Facultad.
A nosotros, la arquitectura de Le Corbusier nos parecía lo máximo. Se hacía en Europa y acá, nosotros hemos vivido la transformación de la arquitectura, era la arquitectura contemporánea de esa época.  

M: Ahora ya no existen los grandes maestros, han cambiado los tiempos; existen grandes modas.

M.A: Ahora hay una mirada hacia la arquitectura internacional.

I: ¿Cómo se viven esos momentos importantes del país dentro de la Universidad? En la arquitectura.

MA: Más adelante surgen en los talleres de diseño tendencias arquitectónicas, estaba de profesor y coordinador de talleres en los años setenta durante el gobierno de Velasco, se radicalizó, había grupos de izquierda y de derecha. Los alumnos se inscribían libremente tanto en el grupo A en lo tradicional y el grupo B por lo social. La mayoría de estudiantes se inscribió en el grupo A.

M: ¿Como dos escuelas paralelas?

M.A: No, aunque habían posiciones distintas, por ejemplo con nuestro grupo comenzamos a salir fuera de Lima, lo que hicimos fue viajar con 40 alumnos a Ayabaca, a la sierra de Piura. Fuimos profesores y estudiantes e hicimos un estudio de programación de necesidades y propuestas proyectuales. Nunca los talleres habían salido y tenido un contacto coordinado directo con “el cliente” población y autoridades.

I: Supongo que se vivían épocas agitadas. La influencia de la agrupación Espacio, por ejemplo, más identificada con los grupos de izquierda y por lo tanto con lo social, habría dejado marcadas formas de pensar tanto en estudiantes como en profesores ¿Ahí empezaron a cambiar los programas?

M.A: Ahí empezaron a ajustarse los programas. El hecho de salir, participar con la población, que ella diera su opinión era como diseñar juntos, trabajabas con ellos, decían qué es lo que necesitaban. Una referencia fue el  proyecto urbano Huaycán donde se hizo una propuesta de reurbanización, siendo alcalde de Lima Alfonso Barrantes, hicimos el proyecto con participación de los pobladores, nos reuníamos y discutíamos lo que era la reurbanización, la distribución de los lotes, los servicios comunales al interior de la manzana conectados por  una red interior de calles peatonales. A la población se le capacitó para la autoconstrucción de sus viviendas. La infraestructura urbana de agua, desagüe y electricidad se resolvió con sistemas tecnológicos apropiados.

I: A ti Michelle ¿No te ha tocado vivir con esa intensidad la arquitectura con visión social?

M: No, porque la época ahora es distinta. Si bien los talleres hacen un esfuerzo de salir de Lima y hacen propuestas en realidades y geografías distintas a las de la capital, no me parece que el enfoque sea social. Los talleres se centran en que, uno como diseñador, tiene que responder de manera específica para cada realidad; cambia el clima, los materiales, el espacio urbano, las costumbres, etc.

I: Ahora las facultades de arquitectura se han dispersado increíblemente, haciendo ver a la enseñanza (y no sólo de arquitectura) como un negocio, un boom universitario. Tú has estudiado y eres docente en facultades privadas, ¿lo ves así?

M: En ese sentido sí, todo es más ligero, ninguna tiene una postura frente a los problemas reales que tiene el Perú, en las tres facultades que he estado, se dan respuestas de diseño arquitectónicas apropiadas o correctas pero no involucra más; no involucra por ejemplo la comunidad. Hoy en día la formación es del arquitecto diseñador al que le va llegar el encargo y el cliente ideal, mas no como un gestor de proyectos que podrían abordar problemas de la ciudad o la comunidad.

I: Vienes de esa formación, entonces ¿Cómo has abordado tus proyectos o trabajos?

M: Cuando terminas de estudiar, dices: ¿y ahora qué hago? Uno no está entrenado como gestor de proyectos; vas aprendiendo torpemente a enfrentar profesionalmente los trabajos y la oficina. Tengo cuatro años haciendo arquitectura en Lima y en este difícil andar por la profesión, si bien tomo pequeños encargos privados, apuesto siempre por la investigación proyectual; es decir pensar cada proyecto, como una forma de seguir enriqueciendo la producción, la ciudad y a uno mismo.

I: ¿Cómo ve el trabajo que viene desarrollando Michelle?

M.A: Bueno, Michelle ha sido una buena alumna y es una buena profesional. Es proactiva, está por todos lados.

M: Creo que los dos somos proactivos pero de distinta manera, sobre todo por los tipos distintos de proyectos en lo que hemos trabajado, antes habían grandes proyectos, ahora no tanto.
Siempre mantuvo presente lo mucho que falta por hacer en el Perú. Si no fuera por las ideas de mi padre, el proyecto de Lecturas Urbanas(*), por ejemplo, no existiría. Él enfatiza en todo lo que falta y podemos hacer en Lima y yo en lo mucho que podemos aprender de la arquitectura que caracteriza nuestra ciudad.

I: ¿No han trabajado juntos?

M: Lo hemos intentado pero no, lo primero que hice fue trabajar en su oficina, dibujando en Autocad. Y he aprendido mucho. Como ahora, que debo tener una posición.

I: ¿Cómo la que mencionó tu papá?

M.A: No hay otra alternativa en un país como este.

M: Opino lo mismo.


Proyecto UV en Moquegua / Centro Cívico de Lima (60's) Miguel Ángel Llona

Proyecto ganador Casa Urbana Eternit (2011) Michelle Llona
Michelle Llona en el estudio de Miguel Ángel Llona y José García Bryce (Barranco, Lima)
Michelle Llona en su estudio (Chorrillos, Lima)
(*)Publicación "Lecturas Urbanas" 1: Polvos Azules, 2: Agua Dulce
Michelle Llona y Sandra Nakamura (2010) Lima, Perú


Miguel Ángel Llona - Michelle Llona



No hay comentarios: