Por Jeynner Gabriel Fuentes Mera
La ciudad de Chiclayo hace 19 años (para ser exactos el 14 de febrero del 1998) soportó una de sus peores tragedias climáticas: prolongadas horas de lluvia intensa, desbordes de acequias, alcantarillas colapsadas, viviendas inundadas y edificios momentáneamente inutilizables. Hace algunos días (a inicios de febrero del presente año) la ciudad soporto nuevamente fuertes lluvias, y, para gran sorpresa de sus habitantes, volvió a suceder lo mismo: desbordes de acequias, alcantarillas colapsadas, viviendas inundadas y edificios momentáneamente inutilizables.
Cuando la ciudad sufre
una inundación es culpa de sus autoridades (eso estamos aprendiendo, por fin).
Pero cuando un edificio falla ante la lluvia: ¿culpa de quién es?, ¿es culpa de
la ciudad que no estuvo preparada para el edificio?, ¿es culpa del edificio que
no pudo defenderse de las lluvias?, ¿es culpa, acaso, de sus proyectistas,
ejecutores, supervisores, entre ellos, arquitectos e ingenieros?
Hace algunos días publiqué
desde mi cuenta de Facebook una foto en donde se puede apreciar la manera
tradicional de eliminar el agua de lluvias en un patio. A raíz de esto surgió
un pequeño debate en la red social gobernada por el “like”, en donde es lógico todos tenemos voz, sea cual fuere nuestra
posición. Sin embargo, me llama la atención el hecho de algunos al no poder
controlar ciertas emociones y defender un incidente o una falla, vertiendo
comentarios de indignación, en algunos casos, y de menosprecio, en otros —con
dosis de sarcasmo, claro está—, por el simple hecho de haberse mostrado la
manera tradicional de botar el agua de las lluvias en el Colegio de Arquitectos
de Lambayeque como consecuencia de la lluvia intensa.
![]() |
Colegio de Arquitectos del Perú - Región Lambayeque (2017) Fotos: Jeynner Gabriel Fuentes Mera |
Entendamos que maletear
no es criticar, esto no es ético. Hacer mención de deficiencias técnicas no es
maletear. No hacer mención de las falencias es ser cómplice, y corremos el
riesgo de caer en el círculo vicioso del “no voy a criticarlo porque es mi pata
y luego se resiente conmigo" o del "no voy a hablar mal de la obra de
mi amigo, porque si no más adelante no podré trabajar con él". El
arquitecto Wiley Ludeña en sus clases de Crítica hacia mención de algo que él
siempre creyó: “un crítico es un ser ermitaño y sin amigos”, ¿pero, en este caso, un
amigo no es acaso el que te dice la verdad?
El arquitecto chileno
Enrique Browne Covarrubias nos dice: “incomoda hablar de temas éticos, porque
son difíciles de conocer en profundidad y evaluar con justicia. Pero es
inevitable hacerlo, ya que pueden tener graves consecuencias críticas. En
especial en el sensible ambiente arquitectónico, donde se cruzan amistades con
rivalidades, lealtades con egos y celos. Además, al ser la arquitectura un
arte-profesión, se estima que cualquier crítica negativa puede afectar la
relación del autor con sus clientes… debido a lo mismo, la crítica suele ser
vigilada de cerca por las asociaciones gremiales” (2011). Browne comenta además
que para el caso específico del campo de acción en la producción arquitectónica
“los arquitectos pedimos más y mejor crítica. Sin embargo, en general no la
deseamos para nuestras propias obras, a no ser que estén precedidas de cierta
incondicionalidad” (2011).
Es claro que Browne nos
induce a pensar sobre la importancia de la ética del emisor y su capacidad
objetiva, pues, a pesar de estar envuelta en relaciones afectivas con sus
posibles receptores, que lógicamente se producen un ambiente subjetivo, dicha
crítica no debe pender su objetivo social.
Una ciudad que goza de
libertad, como Chiclayo, ¿no merece acaso de una cierta dosis de crítica, ya
sea en sus edificios como en su planteamiento urbano? Como diría Josep María
Montaner: "En primer lugar, es evidente que el contexto de la crítica es
el de la geografía de la democracia, el de los territorios en libertad. Sólo
hace falta ver cuáles son los lugares donde se han desarrollado estas
tradiciones críticas o dónde existen los grandes museos y las grandes
editoriales de temas artísticos. Ningún país, sin un vital y consolidado
proceso democrático, puede aspirar a generar ninguna propuesta relevante en el
campo de la crítica artística. [...]” (2011).
Wayne Attoe afirma que para
mejorar la arquitectura, la crítica debe de plantearse dicha mejora como su
objetivo principal. Para mejorar las cualidades de los elementos edilicios
venideros ésta se debe sustentar en la crítica de sus elementos pasados, con
visión de sembrar una enseñanza, y ésta, a su vez, brinde un enfoque hacia
el futuro con el fin de mejorarlo. Sin embargo, Attoe advierte que
“la razón de que la crítica arquitectónica no se ha podido desarrollar y
extender es que, en su mayoría, los esfuerzos encaminados a lograr tal crítica
no han tenido grandes repercusiones” (1982 [1978]).
Por tal motivo debemos entender que la actitud de un crítico es fomentar su
comportamiento como actividad humana, mas no como un enjuiciamiento.
En este sentido, qué
hace a un edificio 'ajeno' a la crítica: es su calidad de edificio proclamado
como perfecto y bonito; por la dinastía lograda de su proyectista; por su
concepción teórica; o quizás, por ser elegido dentro de muchos otros edificios
como el mejor para un determinado fin. Puede que la sede del Colegio de
Arquitectos de Lambayeque tenga sus méritos ganados, y con justicia, pero, ¿hasta
dónde puede llegar la responsabilidad del arquitecto creador cuando éste (su
edificio) sufre a causa de una no consideración técnica? ¿o a quién se debe recurrir para tener una pronta solución como la sufrida en este último periodo
de lluvias? ¿falló acaso el especialista en ciertas soluciones técnico-constructivas?
![]() |
Proyecto del Colegio de Arquitectos del Perú - Región Lambayeque / Premio Nacional de Calidad Arquitectónica Celima (2007) - Arq. Carlos Palomino Medina |
No se puede negar que
el edificio ya está sufriendo por volver a soportar, y sopesar, cuestionamientos
técnicos a causa, esta vez, de las lluvias. El aumento de la napa freática, las
filtraciones del agua por sus vacíos, la inundación inevitable desde la calle, hicieron
notar las falencias del edificio. Y son algunos factores que nos deben servir ahora
de aprendizaje para superar futuros impasses. Hacer primar consideraciones
objetivas para el beneficio del usuario son características intrínsecas de una
ciudad confortable, evitando en la medida de lo posible considerar a los
edificios como elementos aislados dentro de su entorno y la ciudad. La crítica es un factor que permite el
análisis y evaluación, tanto a nivel de pregrado como a nivel profesional, en
definitiva, para mejorar como ciudadanos.
Una ciudad como
Chiclayo, con periódicas lluvias intensas; sin capacidad desde las autoridades
para ejecutar un sistema integral de drenaje pluvial; con una población votante
que en su mayoría prefiere embustes, con candidatos políticos que ven más fácil
comprar votos con bolsas de arroz en vez de ejecutar planes de desarrollo
urbano u obras públicas que mitiguen y reduzcan los daños; con profesionales
que poco interés mostramos al momento de tener criterio técnico en el
planteamiento, ejecución y mantenimiento de un proyecto, no debe darse ya el lujo
de esperar 20 años más para volver a pasar por lo mismo, y seguir
llorando por dentro.
Bibliografía
Attoe,
W. (1982 [1978]). La crítica en arquitectura como disciplina. México:
Editorial LIMUSA S.A.
Browne, E.
(2011). Arquitectura: crítica y nueva época. Santiago, Chile: Editorial
STOQ.
Ludeña Urquizo, W. (1997). Ideas y
Arquitectura en el Perú del Siglo XX. Teoría, Crítica e Historia. Lima:
SEMSA. Servicios Editoriales Multiples SA.
Montaner, J. M. (2011). Arquitectura
y crítica en Latinoamérica. Buenos Aires, Argentina: Nobuko.
2 comentarios:
Lo que yo me pregunto regularmente es: ¿acaso los proyectos ganadores de concursos, no deben acaso ser perfeccionados antes de ejecutarse, con recomendaciones hechas por el mismo jurado calificador que los eligió como ganadores?.
En el caso específico del edificio del Cap Lambayeque, la columna en el estar principal o los baños en los que se ven los urinarios a través del espejo cuando se abren las puertas (que siempre recomiendo a mis alumnos ver para no repetir), caso aparte por cierto el tema de seguridad; no debieron ser observadas por el jurado y plantear mejoras, a pesar de que por su concepción y planteamiento general, el proyecto fuera el mejor dentro de los postulantes?...
un desconocido.
La verdad no es manera de decir las cosas con tanto rodeo y hablando muy poco del tema al cual se refiere en este articulo, me parece de mal gusto el lenguaje que aplica y pretenden ser tecnicistas, deberían ser mas objetivos y hablar de manera concisa saliendo de argumentos cotidianos (que me dijo el amigo y cosas así), con esto solo entiendo de alguien donde su critica arquitectónica esta en cualquier lado no en este articulo ademas por la manera en que muestra el caso le dedica un render a algo que dice ser inconcebible.
Se agradecería que para una próxima publicación revisen mejor sus argumentos o mas aun cambiar de fuentes de información.
saludos
Publicar un comentario