Arquitectura: fotografías indispensables

En estos tiempos de redes sociales y páginas webs hay varias maneras de inmortalizar la arquitectura en una fotografía. Y es que ya no es suficiente la foto de la impecable sala con la silla Barcelona al costado y con un par de revistas en la mesita de centro, ahora las recurrencias son más variadas cuando de mostrar arquitectura se trata.

Las ya consolidadas en nuestro medio son las siguientes:

La paradisiaca

Es infaltable la foto a cien metros de distancia en donde muy al fondo aparece la casa. Frente a ella yace el inmenso y verde jardín. Una isla de materia inorgánica rodeada por una alfombra de mil metros cuadrados de bien cortado césped. El objetivo de esta foto no es claro, parece tener la misma utilidad de una foto de agencia de recepciones que muestra cuán grande es el jardín del local para ser toldeado para un quinceañero o un matrimonio, pues la mayoría hasta piscina tiene.

La ‘obra de arte’

Esta tampoco puede faltar. Típica portada de revista. O la casa se vuelve vedette y se olvida de todo lo demás para ser el único punto de atención o el fotógrafo le logra encontrar el ángulo propicio para que también haga lo anterior. Algunas se quedan sólo en estado teibolero y otras sí logran trascender como las fotos de la piscina de la ‘Equis’ de Crousse & Barclay o la de ‘Las Arenas’ de Artadi, casas que serán eternamente recordadas -antes que por la propia arquitectura- por sus fotografías.

La deforme

En esta el fotógrafo se acerca a la arquitectura pero, como la casa es tan grande, tiene que deformar la foto. El fotógrafo usa su lente más caro para que la casa, que pequeña no es, pueda entrar completa. Es una fotografía completamente inútil y surreal que sólo le sirve al fotógrafo para alardear de su lente ojo de pez.

La de la escalera

Indispensable. No hay arquitectura sin una foto de la escalera. Debe ser porque en ella el arquitecto pone toda su capacidad escultórica para hacer con ella lo que se le venga en gana. Y sí, pues hay de todo tipo, de todo material, de todo color  y en todo sentido. La escalera siempre será un experimento y un pretexto para que el arquitecto deje el lado humanista que profesa el resto de la casa para que en ella se deschave como artista.

La conmovedora

Esta foto es común en las casas de playa. El fotógrafo la hace de casa y le toma foto al horizonte en su mejor estado: al amanecer, al atardecer o al anochecer, con bellas nubes y el cielo azul, rojo, naranja o de cualquier color poco común. Lo importante es que la arquitectura se minimice y pase a un segundo plano para que la naturaleza sea la protagonista y así resalte lo buena arquitectura que es.

La del cielo

Esta es muy común en viviendas de tres a más pisos o multifamiliares. El fotógrafo se mete al pozo de iluminación, se tira al piso y le toma foto al cielo para que el pozo no se vea tan “pozo” y tenga de fondo al cielo que, a decir verdad, nunca tiene pierde.

La indecisa

Esta causa un efecto visual interesante. El fotógrafo se para encima del riel de las mamparas para poder ver lo que sucede a un lado y al otro del mismo y así poder resaltar que el arquitecto puso en práctica la continuidad espacial. Que a pesar de ser dos espacios distintos, la energía discurre libre y soberana entre uno y otro. Que el espacio es infinito… como debe ser.

La de los detalles

La idea de esta es ponerse a diez centímetros del objeto y jugar con el zoom para que el observador pueda degustar los materiales y oler la pared. Es evidente el patológico complejo de Mies, y si no es para demostrar cómo funcionan las bisagras y demás cosas empernadas, es poco probable que esta fotografía presente una utilidad práctica.

- Todas las fotografías fueron tomadas de la sección Perú de Plataforma Arquitectura.